Época: Judaísmo
Inicio: Año 1900 A. C.
Fin: Año 2003

Antecedente:
El judaísmo



Comentario

Junto con Dios y la Torá, Israel es el tercer elemento básico del judaísmo, pues se considera que fue su tierra fue prometida por Dios a Abraham para él y sus descendientes.
Para el judaísmo, igual que la estructura del templo tenía varios niveles de santidad, así existen geográficamente varios niveles de territorialidad sagrada. Israel es la Tierra santa, cuya capital es la Ciudad Santa, Jerusalén, el ombligo del mundo según Ezequiel. En este lugar los ámbitos divino y humano están más próximos, algo que, conforme a la respuesta dada por muchos de sus visitantes, que eligen quedarse allí permanentemente para vivir una vida espiritual, es definido por algunos como "síndrome de Jerusalén".

Israel es el centro de toda la vida judía. Todas las comunidades hebreas, de dentro y fuera de Israel, tienen en cuenta el calendario judío, que es fijado, no obstante, sólo en función del cambio de estaciones tal y como se produce en Israel, puede que a miles de kilómetros.

La Diáspora produjo la dispersión de miles de judíos fuera de Israel, una situación que se ha mantenido hasta la actualidad y que está en el origen de no pocas tensiones. En determinadas épocas han sido las comunidades de la Diáspora quienes han liderado el rumbo seguido por el mundo judío, mientras que otras veces este papel ha correspondido a los judíos de Israel. No obstante, para todos los judíos, de dentro y de fuera, Israel ocupa un papel fundamental en su sistema de creencias y valores, siendo un vínculo muy profundo y un elemento identitario de primer orden. La creencia en una futura llegada a la Tierra Prometida, como fue dicho por Dios a Abraham, ha sido una constante en toda la historia del pueblo hebreo. La creación del estado de Israel en 1948 tras el Holocausto nazi y la llegada masiva de poblaciones judías procedentes de todo el mundo de la Diáspora han sido, en este sentido, considerados como un hecho milagroso. Algunos piensan que la creación de Israel como Estado cerca de dos mil años después de su desaparición presagia la llegada de la era mesiánica (athalta d'geulah).